A todos nos gustaría cumplir nuestras metas y hacer todos nuestros sueños realidad. Lastimosamente, no siempre querer es poder. La motivación nos puede ayudar al inicio, pero en el camino nos encontramos con muchos obstáculos: planes que cambian, falta de tiempo o circunstancias difíciles.
Es por eso que iniciamos llenos de entusiasmo, pero al cabo de unos días no encontramos la motivación y nos sentimos frustrados y culpables por no mantener el ritmo y lograr los resultados esperados.
Las buenas noticias es que no es tu culpa. Nunca nos dijeron que no bastaba con tener metas, ni nos enseñaron cómo pasar a la acción de una manera organizada.
